Un análisis de #Hootsuite asegura que 36 millones de argentinos consumen redes (casi el 80%).
Pese a que en unos primeros pasos las organizaciones salen a las redes sin proyecto de marketing, estrategia de comunicación, y con publicaciones visualmente poco atractivas, deben comprender que de aquel modo no llegarán bastante lejos. Por consiguiente, la profesionalización en la zona para llegar y acaparar la atención de los clientes es importante.
Quedarse en el hogar por el Covid-19 trajo aparejados una cantidad enorme de cambios en todo el mundo. A partir de la manera en la que nos relacionamos con nuestros propios pares – emocional y afectivamente, hasta la manera en la que conectamos con las marcas, productos, y organizaciones.
A lo largo de el bastante más de un año y medio de enfermedad pandémica, las horas en el hogar y sin poder salir a la calle, hizo que la conexión de una cantidad enorme de usuarios con el mundo exterior fuera por medio de las redes sociales, sobre todo, Instagram y su versatilidad (videos, reels, placas, fotos, composiciones, stickers, gifs y de esta forma varios más). De esta manera, es que pasaron de ser sencillamente un instrumento de comunicación entre los individuos, a servir como canales de ingreso a la información o de compras.
Asimismo, del otro lado del canal, las empresas, sin poder abrir sus puertas, debieron salir a la caza de sus clientes y entrar a sus domicilios por medio de la exclusiva herramienta que se los permitía, claro que sí: las redes sociales.
A pesar que de a poco, las puertas de los negocios fueron abriendo, y la gente comenzó a circular en las calles, la tendencia de vender y llegar al consumidor por esta vía arribó para quedarse y es allí donde a las marcas no les quedó otra que profesionalizar su servicio y dar contenido de costo.
El contexto de pandemia permitió minimizar la brecha digital y de conectividad, pudiendo reducir de forma significativa el temor a comprar por Internet. Los emprendedores saben que para comenzar su plan tienen que tener presencia en las redes y plataformas virtuales, debido al temor de concurrir a los establecimientos y por las limitaciones gubernamentales.
En la actualidad se está tendiendo cada vez más a la automatización. Las marcas, conscientes de tener presencia en el extenso universo de las redes sociales, inventan perfiles y automatizan las colaboraciones, pero hay cosas que las marcas jamás tienen que olvidar: Los individuos, somos seres sociables, debemos conectar con personas y una vez que requerimos comprar un bien o contratar un servicio esperamos obtener orientación y sentirnos seguros de tomar la elección de compra. Es primordial que las marcas dejen de vivir recluidas y que se humanicen, para conectar con su público objetivo y conocer de primera mano los inconvenientes y necesidades de cada comprador.
Argentina crece a pasos agigantados en el planeta de los negocios digitales y Mendoza no es la excepción. Un análisis de #Hootsuite asegura que 36 millones de argentinos utilizan redes sociales, lo cual representa el 79.3% poblacional. En contraste con el año pasado, tuvo un aumento del 5.9%, o sea, 2 millones de nuevos clientes de contenido en redes sociales. De aquel total que representa la población activa en redes sociales, el 97.5% ingresan a ellas desde sus celulares.
“El marketing digital es un sector en auge en el que hay que formarse y capacitarse de forma permanente. Estar siempre a la vanguardia del conocimiento digital les permite a muchos profesionales introducirse con éxito en un campo laboral que viene creciendo con fuerza y continuará aún más en los próximos años”, resaltó el profesor universitario Esteban Zonino, diplomado en Marketing Digital.
“Cada vez más marcas, empresas y emprendimientos que se lanzan al mercado y a las redes sociales sin una estrategia clara. En este punto, es que observamos pérdida de tiempo en el caso de muchas, ya que la imagen que brindan muchas veces dista de la realidad y de la calidad del producto, siendo en definitiva contraproducente para la empresa. Hoy es importante saber a dónde, cómo y de qué manera queremos llegar, ofreciendo valor, emociones y autenticidad a nuestros seguidores. Sin ello, es difícil que lleguen a un buen puerto, o que sus publicaciones tengan el alcance que busquen”, resume un análisis llevado a cabo a partir de la Diplomatura de Marketing Digital.
Sin embargo ello, es fundamental estar y comunicar, ya que son cada vez más los clientes, hombres, mujeres, de distintas edades, que pasan horas en las redes sociales, y consultan antecedente de ir o concurrir al negocio, o sencillamente terminan realizando la compra por esta vía.
La pandemia potenció el desarrollo de clientes exploradores y curiosos que salen a la búsqueda de productos y marcas por esta vía. Y es acá donde está la posibilidad de muchas marcas, sobre todo de las más pequeñas, sin local a la calle y de pequeños emprendedores que se inician para acercarse y darse a conocer sin grandes campañas de publicidad; sin embargo sí con tácticas claras y contenido visual de valor. La imagen lo es todo, más que nada en Instagram.